Estas intrusiones, aunque no interrumpieron los sistemas de control industrial ni causaron daños inmediatos, indican la intención de China de complicar los esfuerzos militares estadounidenses en el Pacífico. Esta escalada es parte de la campaña cibernética Volt Typhoon, reflejando la relación cada vez más antagonista entre EE.UU. y China. El enfoque de la campaña en Hawái, hogar de la Flota del Pacífico, y puertos críticos y centros logísticos, subraya la naturaleza estratégica de estos ataques.
Los funcionarios estadounidenses notan un cambio significativo en las actividades cibernéticas chinas, pasando del espionaje a la posible interrupción o destrucción de infraestructura crítica. Este cambio está alineado con documentos militares chinos que discuten el uso de herramientas cibernéticas en conflictos, particularmente en escenarios como una invasión anfibia de Taiwán.
Los hackers chinos a menudo enmascararon sus actividades, utilizando dispositivos inocuos como routers domésticos para sus ataques y robando credenciales de empleados para un acceso futuro. Estas tácticas sugieren una estrategia a largo plazo de reconocimiento y posibles ataques futuros, divergiendo de las operaciones cibernéticas chinas anteriores más centradas en la recolección de inteligencia.
El gobierno de EE.UU., reconociendo la gravedad de estas amenazas, ha estado trabajando para fortalecer la ciberseguridad en sectores críticos y mejorar la coordinación con el sector privado. Esto incluye la emisión de normas obligatorias de ciberseguridad y el fomento de un mejor monitoreo y métodos de autenticación más seguros.
Source: Washingtonpost
Para mitigar posibles amenazas, es importante implementar medidas adicionales de ciberseguridad con la ayuda de un socio de confianza como INFRA www.infrascan.net o puede intentarlo usted mismo utilizando check.website.