TP-Link, que posee una cuota significativa del mercado de routers en Estados Unidos, niega negligencias en sus prácticas de seguridad y ha expresado su disposición a colaborar con las autoridades estadounidenses para demostrar su cumplimiento con los estándares de la industria. Sin embargo, críticos, incluidos legisladores estadounidenses, argumentan que los dispositivos TP-Link son vulnerables a los hackeos y la recolección de datos vinculados al Partido Comunista Chino (PCC). Entre las acusaciones, se señala el uso de routers TP-Link en campañas de hackeo que han tenido como objetivo a funcionarios gubernamentales europeos, lo que ha generado preocupaciones sobre la seguridad nacional.
Aunque algunos investigadores de ciberseguridad, como Itay Cohen de Check Point, sugieren que las vulnerabilidades también podrían afectar a routers de competidores como Cisco o Netgear, TP-Link se encuentra bajo un intenso escrutinio. Esta investigación sigue acciones similares en otros países, incluido un veto parcial en Taiwán y advertencias de seguridad emitidas en India sobre los dispositivos TP-Link.
En medio de crecientes tensiones geopolíticas y preocupaciones sobre la seguridad de la cadena de suministro, Estados Unidos está aumentando el control sobre las empresas tecnológicas chinas. Este desarrollo probablemente influirá en el mercado estadounidense de routers, con competidores como Netgear ya experimentando un aumento en el valor de sus acciones tras conocerse la noticia.
Source: PCMag
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