Cannady, quien estaba trabajando con la empresa a través de una agencia de personal, intentó incluir disposiciones en un borrador de acuerdo que prohibirían a la empresa presentar cargos penales en su contra. El FBI encabezó la investigación, y Cannady ahora enfrenta cargos de extorsión según la Ley Hobbs, que conlleva una posible condena de hasta 20 años de prisión. El caso destaca los riesgos de las amenazas internas y la importancia de proteger la información sensible, especialmente cuando finalizan los compromisos de los empleados.
Source: DataBreaches
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